MISTERIOS PARANORMALES
  Plesiosaurio Japonés
 

Plesiosaurio Japonés

El 25 de Abril de 1977, un barco pesquero llamado Zuiyo-maru de la compañía pesquera Taiyo Fishery Company Ltd. Encontró un extraño animal aproximadamente a 30 millas al Este de Christchurch, Nueva Zelanda.

El cuerpo en putrefacción de un enorme animal se enredó en sus redes de arrastre a una profundidad de 300 metros, nadie salía de su asombro. La gigantesca criatura pesaba aproximadamente 4000 libras (unos 1.800 Kilogramos) y se estimó que mediría unos 10 metros de longitud .Una vez izada al barco se pretendía trasladar a un muelle para elaborar un estudio sobre ella.

Los miembros de la tripulación inicialmente pensaron que se trataba de una ballena en descomposición o incluso una tortuga gigante a la que se le había desprendido el caparazón, pero al no tener seguridad de la naturaleza del animal decidieron trasladarlo. Sin embargo el fuerte olor que producía su putrefacción y el hecho de que transportar ese animal les haría perder su preciada carga (por razones de salubridad) les impulsó a simplemente tomar fotografías de su hallazgo y precipitar el cadáver al mar.

Tanto los medios de difusión como las imágenes iniciales hicieron pensar a todo el mundo que se trataba de un Plesiosauro, uno de los grandes depredadores marinos con cuello largo y que se creen extintos desde hace al menos 65 millones de años










Mientras se estudiaban los restos

Sin embargo como el correoso cadáver fue izado sobre el navío dejo importantes restos que pudieron ser estudiados por el doctor Yano de 39 años de edad un oceanólogo que tomó muestras de tejido conocedor de que el estudio podría revelar la verdadera naturaleza del ser que habían encontrado.

Según el diario de abordo el cadáver encontrado tenía un cabeza de aproximadamente 45 cm. en la que faltaba la mandíbula inferior, con un cuello de 1,5 metros se podía observar como parte de los órganos internos estaban parcialmente devorados por pequeños peces o gusanos. Se estimo que llevaría muerto cerca de un mes.

Cuando Yano regreso a Japón en un barco diferente el 10 de Junio de 1977 rápidamente reveló las fotografías que había tomado. En ellas se podía apreciar el extraño animal y se observaba con claridad el largo cuello en proporción a su reducida cabeza. Los científicos locales dijeron nunca haber visto un ser similar y marcaron la similitud con un ser ya extinto, el plesiosauro.

El 20 de Junio de 1977 se hizo una rueda de prensa anunciando el misterioso descubrimiento, sin embargo los estudios científicos aun no habían concluido. La prensa sensacionalista encontró un importante filón y a pesar de los consejos del grupo de científicos que recomendaban cautela hasta tener pruebas más contundentes la noticia de que se había encontrado un plesiosauro se propagó a gran velocidad en Japón.





El Profesor Yoshinori Imaizumi, director del centro de investigación animal del museo de ciencias de Tokio al ser entrevistado por un periódico afirmó: "No es un pez, ballena o cualquier otro mamífero... Es un reptil y tiene una gran similitud con un plesiosauro. Este es un importantísimo descubrimiento para el ser humano. Parece que esos animales no están extintos después de todo. Tokio Shikama otro prestigioso investigador también añadió: "Tiene que ser un plesiosauro, estas criaturas deben seguir rondando los mares de Nueva Zelanda alimentándose de peces”.

Mientras tanto los científicos europeos y americanos se mantuvieron más escépticos, recordando casos acontecidos en otras ocasiones y en los que restos de ballenas, tiburones e incluso tortugas llegaron a confundir a los más entendidos en la materia. Argumentaron que hasta que el estudio químico no fuese definitivo no se debía especular con la procedencia de dichos restos.

Pero ya era demasiado tarde la fiebre por el hallazgo era tal que incluso el propio estado japonés edito una nueva serie de sellos con la estampa del plesiosauro. Cadenas jugueteras apostaron por la monstruo manía y sacaron nuevos divertimentos enfocado a un público en auge. Cadenas de televisión de todo el mundo y periódicos sensacionalistas en mayor o menor medida publicaron la noticia. Todo el mundo estaba sorprendido por el hallazgo e incluso ya se hablaba de estudios para encontrar un ejemplar vivo de este nuevo plesiosauro.






La Verdadera natualeza del hallazgo

Sin embargo las muestras de tejido que se habían guardado no podían mentir y el 26 de Julio de 1977 el profesor Fujio Yasuda, inicio una nueva línea de investigación al afirmar que había encontrado restos de un aminoácido igual al que se puede encontrar en el tiburón en los restos. A pesar de que la afirmación de que podría tratarse de un tiburón peregrino en descomposición dejo a todo el mundo impactado existían cabos que no podían ser del todo resueltos. ¿Como se podía explicar el reducido tamaño de la cabeza?

Por otra parte testimonios de algunos marinos apuntaban la confirmación de haber encontrado un escualo de gran tamaño, ya que según aseguraron el cuerpo únicamente estaba protegido por una especie de esqueleto de cartílago y no huesos como debería haber presentado un plesiosauro. Y es que tanto el tiburón ballena como el peregrino han sido protagonistas de inevitables encuentros con marinos que los han confundido con otros animales mitológicos como serpientes marinas ya que suelen alimentarse en grupos y en abundantes ocasiones dos o más ejemplares alineados pueden asemejare a estos animales mitológicos. Sus dimensiones son espectaculares y es que se han encontrado ejemplares de tiburón ballena de 15 metros de longitud, eso si este animal es del todo inofensivo para el hombre pues su dieta esta basada principalmente en plancton y pequeños crustáceos a diferencia de la hipótesis del plesiosauro que era uno de los más temidos carnívoros hace 65 millones de año.

Los resultados definitivos fueron claros, se trataba de los restos de un tiburón peregrino de unos 10 metros de longitud y la extraña forma de su cuerpo se debía al hecho de que se hubiese desprendido su mandíbula inferior.






La explicación

La imagen de la izquierda representa como el cadáver en descomposición de un tiburón peregrino puede formar la curiosa formación que se encontró.

A. Tiburón peregrino con la boca cerrada.
B. Tiburón peregrino en el momento de alimentarse.
C. El cuerpo descompuesto del tiburón puede asemejarse a un plesiosauro.

El resultado final del estudio fue concluyente, en un comunicado de 9 hojas se detallaron todos los componentes del animal encontrado y se comprobó con una total seguridad que se trataba de un tiburón ballena en estado de descomposición. Los restos estudiados demostraron ser parte de una estructura cartilaginosa como la que se puede encontrar en el "esqueleto" de los tiburones.

La lista de aminoácidos encontrados en las muestras de tejido fueron a su vez incluso más concluyentes y la reconstrucción del proceso de descomposición de uno de estos escualos demostró que la hipótesis de un plesiosauro aun sin extinguir era descabellada.

El número de vértebras también correspondía mas con un tiburón que con el esqueleto de un plesiosauro que doblaría en número el total de vértebras encontradas en animal hallado. Las costillas descritas a su vez también demostraban el hallazgo de un gran escualo en descomposición.

 
   
 
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